En la industria nacional, las calderas son equipos muy utilizados en diversos procesos industriales con la función de generar vapor para diversos fines.

Para que el proceso funcione es necesario utilizar diferentes combustibles para alimentar los hornos de las calderas, los cuales pueden ser gaseosos, líquidos y sólidos, cada uno con diferentes características, eficiencia energética y costos.

Principales combustibles para calderas utilizados en las industrias.

Existen tres tipos de combustibles para calderas: sólidos, líquidos y gaseosos. Cada uno de estos tipos tiene diferentes formas comerciales y eficiencias energéticas.

En las calderas, los combustibles sólidos están representados principalmente por la biomasa. Los aceites forman parte de los combustibles líquidos que se popularizaron en los años 70, con un enorme incentivo para consumir por su bajo coste.

El gas natural, por otro lado, representa un combustible relativamente nuevo en la matriz energética brasileña. Incluso con el aumento del consumo, todavía se requieren varios estudios para adaptar su uso en el mercado de consumo.

Combustibles gaseosos

Los combustibles gaseosos pueden tener características minerales y no minerales. Los más comunes son el Gas Natural y el Gas GLP (gas licuado del petróleo).

El gas natural se caracteriza por ser una mezcla de hidrocarburos ligeros que, a temperatura ambiente y presión atmosférica, permanece en estado gaseoso. También es un gas inodoro e incoloro, que ofrece una combustión más limpia en comparación con otros gases. También presenta buena eficiencia de combustión y rendimiento térmico satisfactorio.

Producido a partir de una mezcla de hidrocarburos, el gas GLP (Gas Licuado de Petróleo) representa un combustible gaseoso que tiene un alto poder calorífico, pero además se asocia a un bajo impacto ambiental, con mayor facilidad de quema y almacenamiento.

El GLP puede ser utilizado en diferentes tipos de industrias debido a su aplicabilidad, seguridad y menor gasto durante los procesos de quema.

Combustibles líquidos

También con características minerales y no minerales, los combustibles para calderas en forma líquida son los más utilizados en las industrias. Sin embargo, su uso se ha reducido, principalmente debido al aumento de los precios.

En forma mineral, los combustibles líquidos se obtienen mediante la refinación del petróleo, generando gasolina, gasóleo y combustóleo.

El gasóleo es un combustible líquido derivado del petróleo constituido básicamente por hidrocarburos.

El fuel oil proviene de la destilación de fracciones del petróleo, generalmente conocidas como fracciones pesadas, obtenidas tras varios procesos de refinación.

Los combustibles líquidos no minerales están representados por alcoholes y aceites vegetales, pero rara vez se utilizan en calderas.

Combustibles sólidos

Los combustibles sólidos se presentan en diferentes formas y tamaños, siendo también los combustibles para calderas que más crecen en el entorno industrial.

Gran parte de los combustibles sólidos proceden de la madera, como leña, astillas, aserrín, polvo de lijado, cortezas, aglomerados, contrachapados y otros que no han recibido tratamiento con productos halogenados o recubiertos.

Pese a ello, en Brasil, entre los combustibles sólidos, la biomasa es considerada uno de los combustibles para calderas más utilizados en procesos industriales, como veremos a continuación.

Biomasa: el combustible para calderas del siglo XXI

Entre todos los combustibles sólidos, la biomasa ha mostrado un gran crecimiento en cuanto a su uso en procesos industriales, debido principalmente a sus características renovables asociadas a una buena disponibilidad y un excelente costo-beneficio.

Las formas de biomasa más utilizadas son:

• Leña (troncos de madera);
• Astillas (subproducto de los aserraderos);
• Briqueta (bloque cilíndrico compacto, de alta densidad, compuesto de desechos de madera en general);
• Derivados agroforestales, como el bagazo de caña de azúcar

La biomasa, además de ser un combustible sustentable, permite a la industria tener el potencial de producir un buen volumen de energía, asociado a una menor cantidad de gases contaminantes liberados a la atmósfera.

Por sus características agroforestales, Brasil es un país privilegiado en la producción de combustibles para calderas en forma de biomasa, reduciendo el costo de compra, especialmente si se compara con los combustibles ofrecidos en forma líquida y gaseosa.

Finalmente, aún con todas las posibilidades, es sumamente importante resaltar que las industrias deben buscar combustibles para calderas que mejor se adapten a sus necesidades, reduciendo costos y aumentando la productividad en la generación de energía.

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